Anonymous
Mi querida y recordada Candy, tu mismo nombre reflejaba la dulzura de tu corazon. Cuanto voy a extraÃ?±ar tu amistad, las horas que pasabamos juntas en donde muchas veces yo te hacia preguntas acerca de la Biblia, y con tu usual dulzura y paciencia me enseÃ?±abas acerca de ella. Cuantas veces corria a buscarte cuando me sentia un poco desalentada, o triste y tu siempre tenias unas palabras de aliento para mi.Siempre admire tu sabiduria y el amor tan grande que tenias hacia los mas necesitados. Fuiste mi madre espiritual no solo cuando liderabas el Ministerio “Mujeres en Victoria”, sino que lo seguiste siendo hasta el dia que el SeÃ?±or tenia planeado llevarte hasta su presencia. Fuiste un buen ejemplo y testimonio para mi vida. Gracias por todas las veces que me hiciste reir, por las veces que tomaste mis manos para darme palabras de aliento cuanto mas lo necesitaba. Gracias por tu bella y honesta amistad, dificil de encontrar hoy en dia. Fuiste un angel de Dios para mi vida. Siempre te recordare con mucho cariÃ?±o y tu amistad quedara impregnada en lo mas profundo de mi corazon. Gracias le doy a Dios por haberte puesto en mi camino. Aprendi muchos cosas buenas de ti. Se que en estos momentos, estas gozandote en la presencia de nuestro SeÃ?±or Jesucristo. No te digo un adios para siempre, si no un “see you later”. Cuando llegue mi tiempo, volveremos a encontrarnos y nos gozaremos juntas de poder disfrutar la misma presencia y compaÃ?±ia de nuestro SeÃ?±or Jesucristo. Gracias SeÃ?±or, por la esperanza que tenemos todos los que te conocemos y amamos, que un dia muy cercano, todos tus hijos estaremos juntos ante tu presencia para alabarte y adorarte por toda la eternidad. Amen.##imported-begin##Betty Reategui##imported-end##